domingo, 14 de enero de 2018

TAG TIME


El director, el presidente, el ecónomo y el "chico para todo" se conocían de antes y tenían ganas de juntarse en un nuevo proyecto. Por suerte tienen el culo pelado en estas lides de dirigir, presidir, economizar y hacer un poco de todo, por lo que cuando comenzaron las audiciones ya había una base sólida. Un trimestre ha sido suficiente para cerciorarse de ello. 
Otros nos conocíamos del cole, cuando compartíamos patio y balón, o nos los robábamos, sin sospechar lo que el futuro nos depararía. Muchos tenemos amigos comunes... y la música es eso tan común que nos une, como al resto de la humanidad, tirando por lo bajo.
El viernes pasado tuvimos la primera cena de hermandad. Me sorprendió, siendo músicos, su mesura en el yantar y beber -a mi lado todo parece mesura-, pero hay un punto intermedio entre la adolescencia y la senectud que frena los excesos del "por si no existe un mañana". Lo llaman madurez, pero prefiero no meterme en charcos sin chaleco salvavidas.
La ilusión no sólo sigue intacta sino "in crescendo". Las relaciones se van estrechando cual "stretto" barroco aunque abundemos los románticos. Y lo que es aún mejor: los de la pública, la concertada y la privada convivimos en recóndita armonía, ejemplo para change.org, la política y sus sectores de lo mismo.

De entre las muchas frases célebres referidas a músicos, apócrifas y anónimas, que se envían por wasap, tengo tres favoritas:
"La música es una revelación más alta que la filosofía" (Un tal Beethoven).
"Si no puedes mejorar el silencio, sigue callado" (vete a saber quién la dijo y destinada a quién).
"El silencio puede ser la más bella de las melodías" (esta la suelto en clase cuando no sé qué más decir -gritar- para que se callen un poco).
Por lo que me va llegando, a estas alturas el nombre ya es conocido, así que buena gana de seguir con la adivinanza. Tampoco somos una sociedad secreta que deba permanecer al margen de la ley y formar un coro es competencia de cada quién y no supone competencia para otro, porque hay mercado para todos o para ninguno. Tag Time acaba de nacer. Larga vida. Y gracias por aguantarme.